La oración como herramienta fundamental en la crisis actual
Sin duda, la alerta sanitaria provocada por el coronavirus ha cogido a todos desprevenidos, incluido a representantes políticos, científicos, religiosos, etc. Nadie fue consciente de la dimensión del problema, lo que ha motivado que algunas de las medidas se tomaran tarde.
Esto ha generado una cierta frustración en buena parte de la población, que se pregunta con frecuencia… ¿Cómo es posible que Dios nos haya traído esta pandemia?
Si hay algún sentido a lo que está pasando, como cualquier sufrimiento o injusticia en el mundo como podría ser el hambre, la pobreza o las guerras, está en la Cruz.
Detrás de la crisis del coronavirus se esconde un plan de Dios que supondrá un bien mayor, pero que el común de los mortales no alcanzan a comprender: El Señor nunca abandona a su pueblo, pese a su apariencia ausente. Está presente. Es el momento de vivir la virtud de la esperanza cristiana.
Orar es la mejor terapia para que el temporal amaine. La ciencia es imprescindible en estos casos, pero la oración no sobra. Es bueno que descubramos nuestra vulnerabilidad y fragilidad, porque nos sirve para pedir ayuda a quien todo lo puede, que es Dios. Cuántas cosas hemos superado en la Historia de la Humanidad gracias a la oración. Hay que orar en tiempos de dolor y enfermedades.
Como Confraternidad Evangélica Ecuatoriana a través de la Red Cristiana de Transformación Integral y el Comité Cristiano de Emergencia no solo estamos preocupados de responder a esta emergencia sanitaria no solo con víveres, útiles de aseo y medicamentos, sino también con ayuda espiritual y psicológica. Y por eso hemos fomentado la reflexión, la meditación, la oración y el silencio. Creo que Dios nos tiene que guiar en esta crisis y sabemos que con su ayuda saldremos adelante. Por esta razón solicito la ayuda en oración por el liderazgo de la Confraternidad Evangélica Ecuatoriana para que Dios nos guié en la decisiones que debemos tomar y nos dé la fuerza para seguir adelante llevando inspiración y animo en esta etapa que estamos viviendo.
Dr. Pablo Ponce
Coordinador
Red Cristiana de Transformación Integral